viernes, 16 de marzo de 2012

Tonterías, las justas


   Con imaginación, la tontería puede llegar a ser una nueva fuente de riqueza. Es evidente que ya lo es mediante la telefonía móvil. Solamente deletreando el nuevo nombre y apellidos de la antigua estación de metro –o boca de metro como gustaba de llamarse antes– de la Puerta del Sol, nombrada simple y llanamente “Sol antes del evento “Estación Sol Galaxy Note”, podemos certificarlo: –¡Ding-dong, próxima parada, “Estación Sol Galaxy Note”! 
 Cuando ya pasado un mes (tiempo contratado por la firma patrocinadora con la Comunidad de Madrid) los ciudadanos-viajeros se hayan habituado a esta nueva jerga, la estación volverá a quedarse desnuda con “Sol” a secas y todos sentiremos que hemos perdido algo; la tontería y el móvil, por ejemplo. Afortunadamente la cabeza dirigente de esta Comunidad, la del “¡alá Madrid!”, tiene ya pensado otras desafortunadas señas de identidad para el astro rey. En meses sucesivos podrá pasar a llamarse Estación Sol McDonald’sEstación Sol Woman SecretEstación Sol Orage, o Estación Sol Nivea; estas dos últimas bastante apropiadas para el color y el calor de las radiaciones solares. Las propuestas  son inagotables. Con estos ingresos, se podrán reducir las subvenciones al billete de Metro sin subir su precio, en torno a unos 3 céntimos de euro para el billete sencillo y en unos 21 cénts. para el “bonometro”; o en su caso, vaya usted a saber, sufragar parte del sueldo mensual de la Presidenta de la Comunidad incluidos seguridad social y planes de pensiones para la vejez de su señoría, en un intento de conseguir el déficit cero. Con ello la ciudadanía verá resueltos sus apuros económicos por ahora aunque su vida se vea convertida en algo similar a la “zona cero” de Nuevayor como dicen los castizos. Para que estos apuros no reaparezcan más adelante, infinidad de “twitteros” han avanzado originales propuestas para otras estaciones secundarias, como: “Estación Pan Bendito Bimbo”, “Estación Chuecapics”, “Estación Corporación Dermoestética Ópera”, “Estación Bankia de España”, “Estación Campofrío de las Naciones”, “Estación Vicksálvaro”, “Estación Lavapiés Devorolor”, “Estación Vinateros Don Simón”, “Estación Seat Ibiza”, “Estación Islas Filipinos”, “Estación Príncipe Píoneer”, “Estación Audi Cuatro Caminos”, “Estación Estrella Damm”, “Estación PortaVentura Rodríguez”, “Estación Delicias Findus”, “Estación Avenida de American Express”, etc...
 Estos bravos dirigentes nuestros de cada día, herederos de aquellos otros gloriosos que fueron capaces de cambiar su reino y el nuestro por un caballo o de venderlo por un plato de lentejas, con lucidez, apoyados por la singularidad de nuestra Ñ y con ideas geniales como esta, van a sacarnos de su recesión, conduciéndonos al paraíso prometido en sus programas electorales a través de ríos de leche y miel. Yo les animo a convertir nuestras calles y plazas mediante imaginativas propuestas, en reclamos publicitarios siguiendo la estela de Sol, cambiando sus nombres repetidos hasta la saciedad por los de nuestros benefactores, llámense Sony, Zara, Ligeresa o Nocilla. Obtendrán con ello los recursos suficientes para acabar con el paro creativo aunque de nuestra memoria se borre el nombre de nuestra calle, sustituido por el apellido de una hamburguesa que es la que pasará ahora a pagar el IBI y la mahonesa. Lástima que aquí en Málaga no podamos disfrutar de estos revolucionarios métodos para captar ingresos publicitarios: todavía no tenemos Metro y ni siquiera están decididos los nombres de sus estaciones; aunque asistiendo estupefactos a la iniciativa madrileña, mejor no imaginarlos.

  
  Por mi parte, recuerdo con nostalgia cuando de niño pasaba una gran parte de mi vida viajando en el viejo Metro de Madrid, con sus traquetreos, aglomeraciones y sabrosos olores, de casa al colegio y del colegio a casa, atravesando estaciones con nombres sensuales o de personajes esotéricos, de lugares lejanos nunca antes visitados o con destinos que conducirían a ellos: Delicias, Palos de Moguer, Príncipe Pío, Argüelles, Neptuno, Cuatro Caminos, Vallehermoso, Vistalegre, Estación del Norte..., y sobre todas ellas, Sol, el centro de la vida, el astro rey, el que nos calienta y nos ilumina. Por ello si yo hubiera podido hacerlo entonces con mi corta edad, habría engrosado la fantasía en vez de las arcas públicas, cambiando todos aquellos nombres menos el del Sol y Neptuno por el de planetas misteriosos y lejanos: Mercurio, Venus, Marte, Urano, Plutón...; o por estrellas y galaxias, todas ellas girando a mi alrededor al levantar la cabeza para observar el techo de vagón escuchando por los altavoces: "Próxima estación Vía Láctea". Pero de niño, hoy solo me queda la fantasía y la cabeza gacha. Y a nuestros dirigentes, ni eso. 

  P.D.: Es posible pero no probable que la publicidad nos saque de la crisis, siempre que los que todavía conserven un cierto poder adquisitivo y poco entendimiento, se dediquen a comprar compulsivamente todo lo que nos recomienden en las nuevas estaciones del Metro de Madrid. En cualquier caso, los indignados del 15-M lo van a tener más difícil desde ahora para enviar sus “twitts” con las convocatorias para sus concentraciones. Tendrán que teclear más duro para escribir “A las 12 en la Estación Sol Galaxy Note”, que “A las 12 en Sol” como lo hacían antes. A no ser que adquieran el nuevo teléfono ahora anunciado que llevará automatizada dicha convocatoria.


  

8 comentarios:

  1. Bravo Antoinette, te superas en cada justa tontería contestada. Te prefiero reportero de desgracias sucesivas (sucesos repetidos), y gráfico descubridor de realidades ejecutadas por varias manos. Te voy a copiar, de mi parte, un cacho de texto escrito en un largo relato literario sobre la literatura vivida en torno a SOL, la puerta en forma de ahusado OVNI terrestre:
    De "Ellos, la Profe, y nosotros..."
    Me faltaban algunos datos, rastros, pistas, señales que me ayudaran a dar el golpe de mano definitivo al tema, que me abrieran las puertas de la percepción, cielo e infierno, como decía el gran Huxley. Por ahora tenía una lucecita que me rondaba, y además eso de Leal e Independiente. ¿Y la calle donde se sitúa el Centro? Alcalá, Al-halá..... ¿Y el domicilio de la Profe...? Por pura intuición, o arrastrado por la marea de caminantes, me dirigí calle del Arenal arriba, hacia Puerta del Sol y luego a Alcalá-Al-halá-El Dios. Aquello era una vorágine de personas de todas las razas y procedencias agitadas en el discurso contrapuesto de las compras y la curiosidad de escaparate en pleno final de mes. ¿Dónde los castizos?. Algunos de los más antiguos estaban sentados en los bancos del abanico abierto de Sol, recordando, quizás aprendiendo, o comprendiendo, de la revuelta de las colonias y demás protectorados de ultramar. Puerta del Sol, ahí se iluminaba y ventilaba el oscuro laberinto de callejas, baricentro escorado de España. Entonces me di cuenta que también era el baricentro escorado de algo más próximo, de eso que me rondaba desde que hube consultado el plano de la zona. Me detuve, encontré un hueco entre los viejos castizos que miraban deslumbrados el mundo del futuro a través de la puesta de sol que colaba sus últimos rayos vespertinos entre arreboladas nubes, justo detrás del reloj de la Casa de Correos, y me senté. Yo también estaba asombrado, más aún, ciertamente trastocado. El paisaje era casi como lo había descrito Alvaro Pombo en una de sus novelas madrileñas. Se acababan de abrir las puertas, no sólo la del Sol, que también; un rayo se deslizaba por el plano de Madrid que yo abría en ese instante, iluminándolo con luz reveladora. Saque un lápiz y tracé tres líneas rectas, las más cortas entre dos puntos, las que unían sucesivamente el Centro de Artes Bellas con El Sueño Eterno, y a éste con Soporte Horizontal, y por fin a éste último otra vez con el Centro, con el mismo sentido de recorridos en el que habían surgido las pistas y datos aportados por F.L., y por lo tanto, en igual sentido a como yo mismo lo había realizado caminando. El sol todavía blanquecía ese pequeño espacio del plano. Las líneas trazadas conformaban un triángulo isósceles. Dos de ellas, la segunda y tercera, parecían iguales en tamaño; la inicial, la que unía el Centro con el primer café-bar era, aproximadamente, un tercio más corta. Y yo estaba allí, casi en el baricentro de la figura, en la Puerta del Sol, camino de Al-halá.

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    1. Refrescantes aires de novela negra, Di Nunzio, que me traen a la memoria mi pasado puertasoleño.

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  2. Antonio, te mando otro comentsrio sobre el SOL de la Plaza/Puerta que nos centraliza para solaz de los periféricos.
    ....Y el espacio de diversión central, vamos, donde nos constriñen a encontramos para intercambiar. Todavía sigue teniendo razón el arquitecto Fernando Chueca Goitia con su esquema analizador de porciones radio concéntricas de los años 60/70, esquema que partiendo de la dichosa Puerta solar pesa como una losa sobre la capital, y que nadie parece capaz de violar/cambiar/retraducir.

    Sí, la Puerta del Sol, ya sea porque se ladeaba hacia el oriente, enfilando hacia la Plaza de Palacio, o porque un gran sol pintado señoreaba la fachada de un castillo hacia el 1520. Antecedentes de grandiosidad receptora como ser el núcleo fundamental de la Villa casi desde el Siglo XV al XIX. Lugar de partenza de procesiones, sucesos cortesanos, arribadas reales a la Villa y Corte, o acontecimientos históricos fundamentales, hasta llegar a dejar escrito, por algún cronista apegado, que la historia de España y la de Madrid pasan siempre por ella.

    Así que dada tal categorización imperecedera, era lógico que todo reformador, benefactor, autoridad, urbanizador, etc., y hasta el mismísimo José Bonaparte que dio a la solar plaza casi la forma actual a base de derribar conventos desamortizados, se cebaran en ella para dejar su impronta acompañando a tal encumbrada categoría, culminando dicho afán en el propio y repetidor de nuestros actuales regidores de los tres estadios administradores.

    Ahí mesmo aparece nomás, y ahora, la última “Joya de la Corona”, que dicen nuestras orgullosas autoridades, la Gran Estación Central urbana intercambiadora ¡Que fijación centralista y simbólica! Una vez más el dichoso espacio con cara ortogeográfica de “¡Febo asoma!”, baricentro de todas las españas, elegido para salvar la tradición de la patria decimonónica y antecedentes, el corazón latiente de la piel de toro.

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    1. Ah!, Di Luca, como transportan tus palabras a mi pensamiento de emigrante tantas imágenes grabadas en él con aquellos mis click, clicks fotográficos, entonces analógicos y hoy convertidos en nostalgia digital.

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  3. Me congratula que todavía, después de tantos años en el extrarradio (al fin y al cabo Málaga acabará siendo con el tiempo una salida de la M-600) te acuerdes con cariño y cuides este Madrid de tus carnes.
    Pero ten cuidado con lo que sugieres. Tus brillantes ideas pueden acabar siendo realidad. Los creativos publicitarios husmean y se cuelan por todos los rincones de la "Blogosfera"
    Muy divertido.

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    1. ¡Ahh!, ¡qué no harán ellos por un maldito anuncio!; pero lo que esconden las palabras desde la caverna sonora apoyadas por las muletillas serán su incansable azote, opinó un cantamañanas.

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  4. Gracias queridos Di Nunzio/Di Lucca y MAMV: aunque no alimenten panza de Sancho, vuestros escritos y los comentarios sobre los míos alimentan mi espíritu de ínsula Barataria, que en los tiempos que vuelan no es cosa ligera como diría el de la triste figura. Abrazos

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